Esto le ofrecen a los vecinos de Londres para animarlos a convertirse en apicultores urbanos.
Son alrededor de 900 dólares, para los argentinos unos $3500.
UFFFFF!!
Ser un apicultor londinense ha de tener su glamour, pero es evidente que la colmena plástica especialmente comercializada por la firma Colmenas Omlet, resulta un artículo suntuario en comparación con los 20kg. de miel anuales que promete a sus compradores.
Cuando Abejas Urbanas menciona que la apicultura urbana puede contribuir a la seguridad alimentaria y a enriquecer la mesa de nuestras familias con un alimento de calidad superior, lo hace pensando en otro modelo de apicultor. No precisamente aquellos que aparecen en la fotografía de impecable atuendo e inmaculada y antinatural colmena.
Por el contrario, pensamos en que se puede realizar la construcción de nuestras colmenas con materiales reciclados, con maderas usadas, debidamente acondicionadas siguiendo las recomendaciones que día a día nos regala el profesor Oscar Perone. Los invitamos a saber cómo hacerlo: Cómo fabricar una colmena
Como han visto, sólo hay que dedicarse a conseguir algo de madera, y aplicar un poco de ingenio. Las abejas??
Las abejas vienen solas. No hace falta comprar ni una sola abeja.
Que las abejas vengan solas no nos convierte en apicultores. Eso se aprende, se cultiva como todo arte, como toda técnica. En el siglo de las comunicaciones nada nos puede funcionar como obstáculo para aprender.
Les aseguramos que ellas nos enseñan. Observarlas nos hace crecer no sólo como apicultores. Ellas son un ejemplo acabado de funcionamiento colectivo. Un mensaje directo a nuestro corazón, a nuestra razón, cuando demostramos tanta incapacidad para construir políticas que nos permitan crecer en una sociedad más armónica y solidaria.
Son raros. Muy raros esos gringos. No los imagino por estos lados, hueveando con las africanas. Muy bueno el blog. Gracias y sigan. Saludos desde Managua
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