Apimondia ya fue. Ninguna de la autoridades del evento internacional, habló de las abejas urbanas. Argentina perdió la increíble oportunidad de decirle al mundo lo importante que es la apicultura urbana en nuestra comunidad. Cuánto lo es como oficio y profesión para nuestros adolescentes en los barrios, cuánto para la soberanía alimentaria de nuestras familias.
A veces pareciera que no entienden. Otras, que tal vez sí, pero que el negocio está en los tambores, que depreciados y descalificados se entrelazan con las mieles chinas en la madre patria.
Nosotros seguimos adelante. Hoy el Senado de la Provincia de Buenos Aires se encuentra debatiendo la legalización de las abejas urbanas en la Comisión de Agricultura y Pesca.
Agradeceríamos mucho que apoyen esta campaña con correos
Hoy no hay poesía. Sórdida y árida burocracia.